martes, 20 de mayo de 2014

Lo mejor esta por llegar

Muchas veces me pregunto si lo que hago merece la pena. Me pregunto si es necesario dedicar tanto tiempo a lo que hago y si es necesario poner tanto entusiasmo en mi trabajo.

A pesar de mi poca experiencia como entrenador, estoy totalmente convencido que poniendo en una balanza los malos momentos y los buenos, estos últimos (que no son pocos) ganan con creces. No me estoy refiriendo a logros deportivos, no me estoy refiriendo a medallas en campeonatos de España, trofeos colectivos, mínimas nacionales, internacionales, convocatorias nacionales… no me refiero a eso. Para mi todos esos logros quedarán apuntados en mi curriculum como entrenador, y serán eso, unas letras en un papel. Cuando hablo de buenos momentos hablo de lo que se te queda grabado en la cabeza. Cuando sabes que algo lo has hecho bien y sabes que toda la gente que te rodea, todos los nadadores que te acompañan han aprendido cosas buenas de ti. Es algo que cada vez tengo más claro, el intentar aprender de mis nadadores es primordial para mi, algunos me llaman blando, pero el dialogar y llegar a un consenso con cada uno de ellos es algo que priorizo mucho antes que la mano de hierro. El tener siempre un ambiente de trabajo óptimo es bueno tanto para el deportista como para el entrenador.
 
Cuando te dedicas a un deporte de rendimiento como es nuestro caso, pienso que se deben tener las cosas muy claras y ser consecuente con tus actos y pensamientos. El inculcarles a tus nadadores unos valores de superación respeto y compañerismo deben primar ante todo. Todo eso va más allá de los resultados, tanto individuales como grupo, cuando no consigues un objetivo no se debe bucear una excusa, simplemente pensar que que cosas he hecho mal y utilizar el llamado feedback para poder remediarlo.

El deporte ha sido considerado tradicionalmente un medio apropiado para conseguir valores de desarrollo personal y social; afán de superación, integración, respeto a la persona, tolerancia, acatación de reglas, perseverancia, trabajo en equipo, superación de los límites, autodisciplina, responsabilidad, cooperación, honestidad, lealtad, etc. son cualidades deseables por todos y que se pueden conseguir a través del deporte y de la orientación que los profesores, entrenadores y familia le den, siempre con el apoyo de todos los agentes implicados en él, de forma que estos valores se desarrollen y perduren en la persona y le ayuden a un completo desarrollo físico, intelectual y social y por añadidura a una mejor integración en la sociedad en que vivimos.

Un proyecto como el nuestro es un proyecto que siempre irá a buen puerto, más allá de los resultados deportivos, más allá de las mínimas, trofeos o medallas. Un proyecto como el nuestro es un proyecto de todo un grupo, ni de uno ni de dos, un barco donde todos reman hacia la misma dirección: el disfrutar de la natación durante el mayor tiempo posible. El descubrir cosas nuevas que hagan que tu motivación no decaiga, el alegrarte por los logros de tu equipo como parte de él, el saber que cuando seas mayor tendrás un gran recuerdo de tu etapa como nadador y tendrás metido dentro de ti los valores de los que antes hablábamos. Ser consecuente con uno mismo, fiel a sus ideas y como un grupo trabajar para un objetivo común…

Enhorabuena a todos los miembros de este grupo de entrenamiento...con vuestro comportamiento llegaremos muy lejos.

Alex López.

1 comentario:

  1. Desde fuera del agua tengo cierta "envidia sana" de, por edad, no haber podido coincidir tanto con este grupo de entrenamiento como con esta generación de nadadores. Enhorabuena

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